El ayuno como ritual
El ayuno es un antídoto maravilloso para esos hábitos con los que perjudicamos a nuestro cuerpo. Se puede disfrutar de la comida, pero un consumo inconsciente y continuado acaba suponiendo un martirio para nuestro cuerpo. Durante el ayuno, nuestro sistema puede descansar en cuanto a procesos de digestión, asimilación y metabolismo y estas son actividades que requieren una gran cantidad de energía.
Uno de los momentos más difíciles de nuestro día a día para la mayoría de las personas es despertarse. Este ritual puede ser complicado de incorporar pero la mejor opción es ponerte las cosas fáciles para que no tengamos que luchar con nuestra vagancia cada mañana.
Ten preparado en la mesita de noche o en algún sitio cerca de tu cama, un buen vaso de agua con limón, tu infusión preferida o té matcha, y en cuanto suene el despertador, te lo preparas con muchísima calma sin apenas moverte y te lo tomas en la cama mientras todo tu cuerpo se va activando.
Ayudarás a tu cuerpo a limpiarse y a activarse para el día que empieza. De esta manera no será un despertar brusco y te dará la sensación de que sigues alargando el momento “cama” que a todos nos encanta.